Como un tizón encendido ardiendo dentro mi sangre,
tu sombra viene conmigo y no la puedo arrancar.
Te llevo por los caminos como un abrojo prendido,
prendido a mi caminar.
Te llevo por los caminos como un abrojo prendido,
prendido a mi guitarrear.
Por esas ramas del viento veo anunciado tu pelo
y en los alambres del tiempo jirones de soledad.
Se deshilacha el recuerdo,
sabiendo que estas muy lejos y que ya no volverás.
Se deshilacha el recuerdo,
sabiendo que estas muy lejos de aquella nuestra verdad.
Estremecidos de cielo yo vi tus ojos llorar.
La noche pide guitarra, la zamba busca el olvido,
y yo te quiero cantar.
La noche pide guitarra, la zamba busca el camino,
yo no te puedo olvidar.
Como un sutil alfarero te fui tallando en mis sueños
a golpe de greda y fuego a fuerza de tanto amar.
Y en el telar de un coplero te dibujé verso a verso,
para no perderte más.
Y en el telar de un coplero te dibujé verso a verso,
para besarte al cantar.
Aquella luna perdida como un capullo en el cielo
se me hace que es tu pañuelo que en una zamba se va.
Y en el temblor del lucero como siguiendo tu vuelo
mis pensamientos se van.
Y en el temblor del lucero como siguiendo tu vuelo
mi amor, mi amor te sale a buscar.
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